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Lucrecia

Lucrecia

By administrador on 26 abril, 2021

les quería contar como fue que comencé a escuchar los audio cada día desde hace 2 años.
Todo comenzó porque le insistí a mi marido para que fuera a un retiro de entretiempo para hombres. Cuando volvio lo agregaron a un chat en donde enviaban el evangelio todos los dias. Entonces el tenía que reenviarlo, y empezó a mandarselo a mi mamá y tmb a mi, que algunas veces se lo pedia. Pero un día se cansó y yo tomé su lugar. Me baje la app de Algo del Evangelio y comencé a escucharlo incansablemente y a renviarlo a algún grupo de whastapp. El último tiempo ya era un ritual sagrado escucharlo a la mañana, en las primeras horas del día, donde rezaba y sentía que me podía comunicar más claro con Dios. También comencé a necesitar ir a misa más de una vez a la semana, casi que quería ir todos los días, empezaba a sentir una pasión por estar cerca de El, en el Santísimo, en recibirlo a travez de la eucaristía…pero se me hacía difícil con hijos pequeños, un marido y una casa que llevar adelante. Aún asi busque la forma, para poder estar en cada misa, en cada sacramento que me ofrecía Jesús recibir. En ese tiempo recibí la unción a los enfermos dos veces, me confesé, comencé el camino a la consagración con la virgen de shoenstatt, recibí las cenizas de los Olivos antes de pascua y viví por primera vez una pascua…con felicidad, con tristeza por el dolor de Jesús.
Hace poco me habia inscripto para un retiro de Emaus al cual no pude ir por restricciones que todos conocemos en el país. y Dios me presento otro plan, es que me salió un viaje imprevisto a la ciudad de Pinamar, y es ahí donde sin darme cuenta fui haciendo un retiro, donde más me encontré y charle con Dios, donde visite la iglesia y rece. Rece cada día a la mañana y a la noche, escuche el evangelio, reflexione, medite, escuche canciones de misa que me gusta mucho, nunca me sentí tan en paz con mi cuerpo y con mi alma. Al regresar dejé los bolsos, organice un poco todo y me fui a misa, es ahí donde comencé a darme cuenta que había hecho un retiro sin darme cuenta.
Cuando llegue a casa mi marido me dio un sobre que contenía cartas de mis seres más cercanos, que eran para aquel retiro que se había cancelado. Y esa noche lloré de emoción, porq Jesús, a quien yo le habia pedido que por favor no me cancelara el retiro así lo podia hacer, me presento otro plan, como siempre 1000 veces mejor. El siempre me da de más, pero tanto de más que no lo puedo creer. Estoy profundamente enamorada de El y solo le pido que no deje que yo suelte su mano.
Hoy sigo enviándo el evangelio pero a 17 personas cada día, tome el compromiso desde aquel momento y hoy más que nunca con mucha confianza. Entendi que Jesús necesitaba que yo fuera su discípula para poder llevar su palabra a mas personas como me llego a mi.
Nunca dejen de hacerlo uds, es grandioso todo lo que lo ayudan a Jesús, incluso historias como estas, son sin saber todo su plan.

Un abrazo muy grande